Crónica
Hemos
estrenado Año y con él la
primera jornada de andadura de
"Os Sendeiros"
El 22 de
Enero, como estaba previsto, a
las 8'30 salimos de
Foz con destino a
Cospeito.
Nuesto objetivo en esta ocasión
era visitar los humedales
conocidos con el nombre "Ruta
das
Lagoas."
Trás un viaje corto llegamos a
nuestro destino. 14 kms. de
camino nos estaban esperando.
Comenzamos nuestra andadura con
una temperatura agradablemente
fresca , ideal para caminar.
Durante un tramo largo el suelo,
embarrado, nos dificultó un poco
el paso. Sobre mediodía parada
obligatoria: "Avituallamiento"
y puesta a punto para continuar.
Con las fuerzas reparadas
reemprendemos la marcha y
llegamos a una senda ya más seca
y confortable, contribución de
los numerosos carballos que,
desnudos de sus "ropas",
flanqueaban nuestro camino.
En varias ocasiones pudimos
observar indicios de
jabalíes. "GURRY",
que caminó a nuestro lado
durante un rato nos mostró la
evidencia: Una especie de
pasadizos entre la enmarañada
maleza y las inequívocas huellas
de las potentes pezuñas de estos
animales, hundidas en el
lodazal.
Llegados por fin al primer
mirador de la laguna pudimos
contemplar ésta en una vista
panorámica. En un hábitat ideal
y maravilloso multitud de aves
de muy variadas especies: Patos,
Avesfrías, Cormoranes....y un
sinfín de otros ejemplares se
veían por todos lados.........Y
al fondo, en la copa de un
soberbio árbol la cigüeña, madre
amantísima, cubriendo su nido.
La laguna cuenta con una muy
buena infraestructura que nos
permitió, por medio de
puentes-pasarelas amplios y
sólidos, circundarla. Hay
también, colocados
estratégicamente, varios
miradores, pero las aves astutas
e intuitivas se guardaron muy
mucho de acercarse ; se podría
decir que supieron "guardar las
distancias" , en el amplio
sentido de la palabra.
Después de disfrutar de este
maravilloso espectáculo llegó el
momento de regresar a nuestro
punto de partida para acercarnos
al restaurante "O XUGO" a
degustar un sabroso y abundante
cocido. Nos sorprendieron con
unos platos colmados de filloas
que, en principio nos
"descolocaron" un poco hasta que
alguien nos explicó que en esa
zona es costumbre servirlos con
el cocido, haciendo las veces
del pan. Resultó original,
novedoso y rico.
Después del buen yantar y
agradable sobremesa llegó el
momento del regreso " a casa"
Ya en el autobús cabezaditas y
también muchas risas.
Julita, con su
característica "chispa" nos
amenizó el viaje con unas
anécdotas desternillantes.
La organización, como siempre,
impecable, gracias al buen hacer
de
José Luis,
Ana y Zamora.
Gracias, amiguiños.
Y, el próximo
12 de Febrero, a la hora que nos
indiquen,
Más.
Pilar.